Desde el pasado 27 de octubre, por las razones sanitarias relacionadas con la epidemia del COVID-19 y tal como se ha hecho en otros ámbitos, nos vimos obligados a cerrar al público y suprimir las visitas a nuestras instalaciones. En esta ocasión hemos podido trabajar de forma presencial y aprovechar esta coyuntura para hacer mejoras y cambios que estaban pendientes en nuestros espacios visitables. Hemos empezado por el Museo del Instituto Gómez-Moreno.
Uno de los trabajos que hemos realizado ha sido la preparación de la sala de arqueología que en breve recibirá una nueva cubierta lucernario con la que podremos solucionar muchos problemas de estanqueidad y luminosidad que nos venían desluciendo la exposición de las piezas. Así que por primera vez en más de 40 años hemos podido ver la sala completamente vacía a la espera de los cambios en pintura, electricidad, etc. Toda una oportunidad para poder contemplar el diseño arquitectónico sin intrusiones.
También se han comenzado a plantear los cambios en el discurso museográfico de algunas zonas con lo que esperamos que pueda darse más coherencia a la exposición y a al desarrollo de las visitas. Este trabajo es un gran reto por la heterogeneidad de la colección del Legado Gómez-Moreno. Para comenzar se han recuperado para la exposición las piezas de arte asiático que acompañarán el espacio dedicado a los siglos XIX y XX.
Por último os referimos una última novedad! A partir de ahora podremos mostrar una obra más de José María Rodríguez-Acosta: ” El Cacharrero” (1895), un óleo sobre lienzo que pintó en su juventud que nos sirve de marco para mostrar algunas de las piezas más espectaculares de cerámica, del taller de fajalauza granadina, (siglos XVIII-XX) pertenecientes a la colección Gómez-Moreno.
Seguimos trabajando, esperando poder volver pronto a la normalidad!
#LaCulturaNoPara
Reportaje fotográfico: Luis Morales Quesada
Buen artículo, gracias.