José María Rodríguez-Acosta
Nacido en el seno de una familia dedicada a los negocios bancarios, el pintor José María Rodríguez-Acosta (Granada, 1878-1941) gozó toda su vida de una desahogada posición económica, lo que le permitió dedicarse a la pintura con autonomía, produciendo en los primeros años del siglo XX unas obras que, a caballo entre el modernismo y el simbolismo, obtuvieron importantes premios en exposiciones nacionales e internacionales.
Entre 1915 y 1930 abandonó prácticamente los pinceles para dedicarse a la planificación, construcción y decoración de su carmen granadino, que concibió como plasmación de unos ideales estéticos plenos de modernidad. En él albergó su biblioteca y diversas colecciones de objetos artísticos.
En la década de los treinta retomó lentamente la pintura a través de géneros considerados académicos, transidos no obstante de un refinado simbolismo que evoluciona en los últimos años sobre el oscuro telón de fondo de la Guerra Civil española.
Desde 1941 el carmen es sede de la Fundación que instituyó el artista.