Paseo funerario
Llegados a este punto del recorrido, la espesura de los cipreses oculta el aterrazamiento del jardín que, en este nivel, continúa desplegando un complejo y ecléctico discurso simbolista. Una especie de avenida flanqueada por altos cipreses desemboca en el lugar más sombrío, donde se encuentra el túmulo sepulcral de una religiosa castellana, fallecida en 1603 a la edad de 80 años, según se puede leer en su inscripción funeraria. Esta pieza de fina labra y arte renacentista castellano procede, al parecer, de un convento de Salamanca.