TSONGKAPA Y EL ÁRBOL DEL REFUGIO GELUPA

Realizando la lectura visual de la obra desde la zona inferior, observamos cómo del centro inferior y en dirección ascendente surge desde las profundidades del océano un árbol de espesa fronda. Siguiendo el eje del tronco, la figura de Tsongkapa aparece retratado con el gorro de la orden Gelupa e indumentaria monástica. Tsong Kapa sentado en la postura de loto, sostiene en su mano izquierda el cuenco de limosnas, mientras que con la mano derecha realiza la mudra “vitarka?mudra”. Entre sus manos sujeta los tallos de los lotos que flanquean la figura, que a su vez son soporte de dos atributos característicos de la iconografía de Tsongkapa, el puñal y el libro. En su pecho está dibujada una imagen de Buda, señalando su linaje  espiritual. Los personajes que rodean la figura de Tsongkapa se agrupan en tres zonas. Siguiendo el sentido geométrico general de la composición, los dos grupos de los ángulos superiores agrupan 45 figuras cada uno de ellos, flanqueando a seis personajes principales, que remiten al linaje superior del fundador de la orden Gelupa. En el círculo central la imagen de Tsongkapa está rodeada en sentido circular por sus más fieles seguidores y discípulos ?círculo exterior?, al mismo tiempo que en su entorno más próximo está protegido por los guardianes o Dharmapalas del paraíso budista. Estos últimos se reconocen por sus rostros negros, de aspecto animal y terrorífico, en actitud desafiante y protectora. Los dharmalas de su lado izquierdo abrazan a sus parejas o yakthis, en una postura cargada de simbología, conocida con el nombre de yab?yum. Continuando el eje central en sentido descendente se suceden cinco personajes principales: Tsongkapa, Hejvajara, Buda, Maitreya o Vajradara, guardianes y por último las divinidades menores. Desde el punto de vista del estilo, este Thangka debe encuadrarse en el gusto chino?tibetano de los siglos XVIII?XIX. El orden de la composición, los elementos arquitectónicos y muy especialmente la introducción de elementos florales, nos recuerdan a la pintura decorativa y cortesana realizada en China en esta misma época. / Extraído de: Isabel CERVERA FERNÁNDEZ: Fundación Rodríguez-Acosta. Colección de Arte Asiático. Granada, 2002.Bibliografía: RHIE, M.; THURMANN, R.: Wisdom and Compassion. The Sacred Art of Tibet. Nueva York, 1992, p. 372